También llamadas racores metálicos, Metallic Push-In Fittings o simplemente Metallic Fittings son componentes utilizados en los sistemas neumáticos con la función de interconectar sus elementos, tales como cilindros, válvulas direccionales, unidades de mantenimiento, entre otros.
Pueden encontrarse en diferentes formas y tamaños. Además, ofrecen una conexión y desconexión inmediata de forma manual.
Cada puerto o punto de conexión, debe contar con un tipo de acople, estos pueden ser:
Una de las configuraciones más utilizadas en los puertos son los Push-In o conexiones rápidas. Se componen internamente con un retén de goma NBR, encargado de realizar de forma efectiva el sellado.
Poseen un sistema de retención caracterizado por tener dientes metálicos que mantienen el tubo en posición, los cuales se retraen al apretar el anillo exterior para permitir la extracción de forma manual.
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Para acoplar las mangueras a las conexiones neumáticas, solo será necesario insertarla dentro del anillo de retención y empujar hasta el tope. Los dientes metálicos, que la conexión posee en su interior, mantienen la manguera en posición, a través del sistema de fijación Clamping Jaws.
Por lo general, en los gabinetes neumáticos se busca optimizar el espacio y los conectores rápidos son una gran opción para facilitar la conexión y el reemplazo de componentes.
No obstante, la falta de espacio para el enroscado final muchas veces es dificultoso, ya que se debe utilizar una llave inglesa. Es por ello que, es de utilidad conocer que las conexiones neumáticas contienen una muesca tipo Allen interna justo en el orificio dónde va insertada la manguera. Siendo una alternativa en los contextos donde no se cuente con facilidad de maniobra.
Se encargan de distribuir un fluido en la red para el funcionamiento del sistema mediante la interconexión con distintos componentes neumáticos.
Actualmente, hay conexiones neumáticas con cuerpos plásticos y metálicos. Estas últimas pueden ser de latón, níquel, bronce y acero inoxidable. Además, existen diferentes configuraciones para el cuerpo como el tipo “L”, “T”, “Y”, el codo y muchas más.
Las conexiones metálicas pueden ser necesarias en sistemas que trabajen con una temperatura o presión mayor a la que soportan las conexiones plásticas. Se caracterizan por garantizar la seguridad de las piezas y su conexión al sistema.
Al seleccionarlas debe evaluarse las condiciones a las que estarán sometidas y la compatibilidad de los materiales constructivos con el proceso a realizar.