¿Cómo funcionan las Válvulas de proceso o solenoide?
Las válvulas de proceso o solenoide son equipos encargados de habilitar y en algunos casos de regular el caudal de un fluido. Este puede ser aire, agua, aceites, vapor y otros compuestos químicos. Además, pueden tener accionamientos manuales, mecánicos o electromecánicos.
Se caracterizan por crear una barrera entre los puertos de conexión, cumpliendo así la función de aislamiento. La misma, dependiendo del tipo de válvula, puede ser un diafragma, una placa metálica, un pistón, una esfera, entre otros.
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¿Cómo seleccionar una válvula solenoide?
Es fundamental que, al seleccionar válvulas de proceso para las industrias, se conozca el tamaño de las tuberías, el material del cuerpo, el tipo de aislamiento y accionamiento (uno de los más utilizados es el eléctrico por solenoide).
Están compuestas por dos piezas independientes, el cuerpo de la válvula y el solenoide. Cuando se combinan y se acciona este último, genera un campo magnético capaz de atraer el mecanismo interno al vástago, el cual permite la apertura de un orificio en el cuerpo de la válvula y, por ende, el paso del fluido.
Válvulas de proceso: Normalmente Abierta (N.O.) y Normalmente Cerrada (N.C.)
Las válvulas de proceso pueden ser Normalmente Abiertas (N.O.) o Normalmente Cerradas (N.C.). El primer tipo permite el paso de fluido cuando está en posición de reposo. Por el contrario, al ser normalmente cerrada, no permite el paso de fluido entre sus puntos de conexión estando en posición de reposo.
Acción directa
Las válvulas de acción directa se componen por el cuerpo, el diagrama, el asiento, el vástago, un émbolo y el solenoide. También, poseen un mecanismo de apertura que les permite funcionar sin presión en las tuberías y un sentido de conexión que se debe respetar.
Cuando el solenoide se acciona, este genera un campo magnético lo suficientemente fuerte para vencer la fuerza de un resorte interno, atrayendo así al vástago y abriendo el orificio de la válvula.
Acción indirecta
Las válvulas de proceso de acción indirecta son conocidas también como válvulas pilotadas. Se componen por un cuerpo, un diafragma, el vástago, el piloto interno y un solenoide. Además, se caracterizan por tener dos cámaras internas unidas por un piloto, el cual es una pequeña tubería que conecta dichas cámaras.
Este tipo de válvulas no pueden funcionar cuando las tuberías no tienen un fluido presurizado (Pmin>4PSI). En consecuencia, cuando se cargan las tuberías en un sistema, el fluido entra por la cámara principal de la válvula, esto genera una fuerza sobre el diafragma que mantiene cerrado el orificio.
Al pasar una corriente eléctrica por el solenoide, el vástago es atraído y permite el paso de fluido por el piloto interno. En un corto período de tiempo, las presiones en ambas cámaras se igualan y esto permite la apertura del orificio.
En este sentido, la elección de las válvulas de proceso debe estar sujeto a los distintos aspectos anteriormente mencionados. Es así como podrá lograrse un funcionamiento óptimo dentro del sistema.
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