La automatización industrial consiste en sistemas electromecánicos que controlan distintos procesos con un margen mínimo de error sin la intervención humana. Siendo un excelente añadido en áreas donde se lleven a cabo tareas repetitivas.
Actualmente, diversas marcas utilizan e implementan la automatización en sus sistemas, aumentando la productividad y reduciendo tiempos.
Se enfoca en un alto volumen de producción de un producto en periodos prolongados. Se caracteriza por mantener su programación sin sufrir ningún cambio, siendo inflexible, no aceptando reconfiguraciones.
Dada la rentabilidad de la automatización industrial, es uno de los sistemas más utilizados. Se aplican en líneas de ensamblajes, empaquetadoras, máquinas de envasado, entre otros.
Son sistemas recomendados para fábricas que producen lotes pequeños de productos distintos.
Se destacan por su reconfiguración para múltiples tareas, facilitando la fabricación de varios artículos. No obstante, el cambio de su configuración puede tardar mucho tiempo.
Asimismo, se recomienda que sean aplicadas en fábricas que produzcan productos parecidos.
Es un sistema más sofisticado, ya que pueden realizar operaciones dependiendo del producto y no necesitan reconfigurarse entre un trabajo y otro, porque poseen elementos que diferencian las etapas de cada proceso.
Se aplican en plantas que operan con soldadura, ensamblaje de piezas, automoción, entre otras.
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Son un conjunto de técnicas y tecnologías que se utilizan para gestionar y monitorear procesos de producción. Su prioridad es mejorar la eficiencia, la precisión y la seguridad en la realización de actividades.
Se encuentran dos grandes categorías. La primera refiere a los automatismos cableados, los cuales tienen uniones físicas entre componentes del sistema de control. Por su parte, el programado se cimienta en un autómata programable que sigue una secuencia previamente establecida.
Suelen ser sistemas complejos con baja flexibilidad. Se utilizan dispositivos como poleas, levas, ejes y palancas para automatizar procesos.
Su principal problema es la longitud de las cadenas cinemáticas y la sincronización de los movimientos.
Utilizan energía de aire comprimido para controlar y actuar sobre diferentes dispositivos.
Admiten infinidad de aplicaciones en los trabajos de fijación de piezas y bloqueo de partes.
Se destacan por utilizar fluidos como el aceite para mover los dispositivos. Se aplican cuando se requiere mayor fuerza en el proceso.
Podemos encontrarlos en prensas, plataformas de elevación, frenos y suspensión.
Conjunto de módulos cableados entre sí, conformando un sistema de control único sin la actuación de un individuo. Algunos elementos eléctricos comunes son: relés, sensores de proximidad, sensores fotoeléctricos, pulsadores, interruptores, entre otros.
En conclusión, tener de aliados la automatización industrial y automatismo generará disminución de costes en el futuro, además de minimizar los riesgos relacionados con la producción, aumentará la eficiencia y la productividad.